El carácter de transición del Alto Palancia entre el litoral y el interior peninsular permite la existencia de una más que compleja configuración vegetal de la comarca, acrecentada por la diversidad topográfica, el relieve, la orientación, las diferencias pluviométricas o la composición de los suelos, y en particular por la existencia de distintas áreas climáticas, así como por la variación altimétrica entre los 300 y los 1600 m. en un reducido espacio geográfico.
El clima de la zona es el mediterráneo, sin embargo existen diferencias considerables debido a la altitud. El valle medio situado entre los 300 y 400 metros sobre el nivel del mar presenta características del litoral, mientras que hacia las zonas montañosas del interior va apareciendo una progresiva continentalización. Esto conlleva una notable riqueza florística con especies y asociaciones vegetales propias de distintos ámbitos climáticos, mezclándose en las zonas de transición. Las especies mediterráneas son las preponderantes, habiendo sido el encinar la formación clímax en un pasado, evolucionando y degradándose en mayor o menor medida en las distintas zonas que configuran el paisaje vegetal de la comarca.
Tal como expone Gimeno Royo el piso dominante en la comarca es el Mesomediterráneo seco, donde se desarrolla potencialmente el carrascal de Quercus rotundifolia, ampliamente sustituido en la actualidad por maquias, coscojares de Quercus coccifera y pinares de Pinus halepensis. El piso Termomediterráneo subhúmedo se da en la zona occidental en la Sierra de El Toro y la cabecera del río Palancia y en determinadas zonas de las sierras de Espina y Espadán.